¿Qué son los sesgos cognitivos?
Un sesgo cognitivo es un error sistemático en el pensamiento que ocurre cuando las personas procesan e interpretan información en el mundo que las rodea y afecta las decisiones y juicios que toman.
El cerebro humano es increíble pero está sujeto a limitaciones. Los sesgos cognitivos a menudo son el resultado del intento del cerebro de simplificar el procesamiento de la información. Los prejuicios a menudo funcionan como reglas generales que lo ayudan a darle sentido al mundo y a tomar decisiones con relativa rapidez.
Los sesgos cognitivos pueden influir en la forma que ves el mundo. Están determinados por implicaciones culturales, influencia social, motivaciones emocionales o éticas, atajos en el procesamiento de la información, o distorsiones en la recuperación de los recuerdos y la memoria, entre muchos otros. Los sesgos sutiles pueden colarse e influir en la forma en que ves y piensas sobre el mundo.
Sesgos cognitivos vs. Falacias Lógicas
Las personas a veces confunden sesgos cognitivos con falacias lógicas, pero los dos no son lo mismo. Una falacia lógica proviene de un error en un argumento lógico, mientras que un sesgo cognitivo se basa en errores de procesamiento del pensamiento que a menudo surgen de problemas con la memoria, la atención, la atribución y otros errores mentales.
¿Percibimos la realidad tal como es o percibimos lo que nos conviene para adaptarnos mejor?
La adaptación no consiste en percibir y recordar fielmente la realidad, sino en percibir y recordar aquello que nos ayude a tomar decisiones más adecuadas para lograr un mayor nivel de supervivencia.
El fenómeno de los sesgos cognitivos nace como una necesidad evolutiva para que el ser humano pueda emitir juicios inmediatos y responder ágilmente ante determinados estímulos, problemas o situaciones, que por su complejidad resultaría imposible de procesar toda la información, y por tanto requiere de un filtrado selectivo o subjetivo.
En definitiva, nuestro cerebro hace uso de atajos mentales para tomar decisiones de forma más rápida y ser así, más ágil a la hora de reaccionar, desenvolverse y adaptarse al entorno. De esta forma, se generan una serie de estrategias mentales que nos permiten aumentar nuestras probabilidades de supervivencia.
Algunos sesgos cognitivos:
Sesgo retrospectivo: Conocido también como el efecto «Siempre supe que iba a pasar, lo sabía» o «ya lo había supuesto», muestra la inclinación a ver los hechos pasados como fenómenos predecibles. Al valorar determinados hechos pasados, no podemos abstraernos de las consecuencias de los mismos, de manera que caemos en la tendencia a considerar, a partir de las consecuencias de la acción, que las mismas eran previsibles desde el principio. A pesar de tratarse de un error fácilmente explicable y reconocible, numerosos estudios han demostrado que resulta extraordinariamente difícil realizar juicios sobre lo acontecido abstrayéndose por completo del resultado.
Ilusión de control: Es la tendencia del ser humano a creer que puede controlar o al menos influir, en las consecuencias o resultados que claramente no puede controlar ni influir.
Profecía autocumplida: Son todos aquellos pensamientos predictivos que las personas tienen y que, una vez emitidos, se convierten con mucha probabilidad en la causa de que esto se realice. Así, se genera una expectativa que terminamos cumpliendo.
El efecto Pigmalión, es un tipo de profecía autocumplida que hace referencia a las creencias que tenemos sobre el comportamiento o rendimiento de otros. Así, la idea que nos hacemos termina condicionando cómo actúa la otra persona y, por tanto, cumpliendo nuestras expectativas.
Sesgo de anclaje y ajuste: Se trata de la tendencia de las personas a quedarse más con la primera información que se les ofrece, la cual influye en la toma de decisiones posteriores. Utilizamos inconscientemente la información percibida al principio a la hora de formar un a opinión, emitir un juicio o tomar una decisión. En el momento en el que se forma el anclaje, el resto de opiniones se forman en torno a esta información, de ahí que se considere un sesgo cognitivo.
Sesgo de confirmación: Es la tendencia a buscar o interpretar información de un modo que confirme nuestras propias preconcepciones. Se basa en la búsqueda que hacemos constantemente en el contexto en el cual estamos actuando para confirmar nuestros pensamientos o percepciones. Se trata de un prejuicio de pensamiento selectivo en el que nos quedamos con lo que confirma lo que queremos y deshecha lo que no lo hace.
Sesgo de falso consenso: la mayoría de personas juzgan que sus propios hábitos, valores y creencias están más extendidas entre otras personas de lo que realmente están.
Sesgo de grupo: se trata del fenómeno por el cual las tendencias, opiniones o decisiones iniciales de los miembros individuales de un grupo son exageradas hacia una posición más extrema, precisamente por encontrarse en grupo.
Error fundamental de atribución: Es la tendencia o disposición de la gente a sobre-dimensionar los motivos personales internos a la hora de explicar un comportamiento observado en otras personas, dando poco peso por el contrario a motivos externos como el rol o la situación, para este mismo comportamiento. Ejemplo: Cuando las personas piensan en sí mismas atribuyen su éxito a una cualidad personal (inteligencia, bondad, fuerza, carácter) y sus fracasos a circunstancias externas (mala suerte, desventaja, manías). Por otro lado, cuando la gente piensa en otros, atribuyen los aciertos de los demás a circunstancias externas (tuvo suerte, tuvo ventaja) y los fallos a debilidades o características internas (tiene mucho carácter, él no es suficientemente fuerte, inteligente).
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