¿Qué es la autoestima?
La autoestima es el conjunto de percepciones, imágenes, pensamientos, juicios y afectos sobre nosotros mismos. Es lo que yo pienso y siento sobre mí dependiendo de mi autoconcepto. Y diremos, ¿qué es el autoconcepto? Pues bien, el autoconcepto se basa en la percepción propia de quien y como somos, todos tenemos una imagen mental de nosotros mismos, tanto física como psicológicamente.
Nuestra autoestima está formada por tres componentes: Cognitivo: La descripción que tiene cada uno de sí mismo en las diferentes dimensiones de su vida. Incluye la opinión que se tiene de la propia personalidad y conducta, así como las ideas, creencias, etc. sobre sí mismo. “Lo que pienso” Afectivo: Es el resultado de la valoración que realizamos de la percepción de nosotros mismos. Supone un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales, la respuesta afectiva ante la percepción de uno mismo.“Lo que siento” Conductual: Es el proceso final de la valoración anterior, que se plasma en la decisión e intención de actuar. Lógicamente, nuestras acciones vendrán muy determinadas por la opinión que tengamos de nosotros mismos.“Lo que hago”
Todas estas creencias, valoraciones y pensamientos que vamos generando a partir de nuestras experiencias vitales, están afectados por otros factores como son la genética, nuestra personalidad, la edad, la salud, las circunstancias sociales o la comparación que realizamos de nuestro “yo” con los demás.
Así pues, dependiendo de la imagen que tengas de tu propia persona, te sentirás mejor o peor.
Es importante tener en cuenta que la autoestima no es fija. Esto significa que tenemos capacidad de cambiarla y mejorarla.
Componentes de la autoestima de Alcántara (1993) y Field (1996).
Prácticas para mejorar la autoestima
1. Haz un inventario de autoestima para hacerte una referencia.
Puede ser tan simple como escribir 10 fortalezas y 10 debilidades. Esto te ayudará a comenzar a formarte una percepción honesta y realista de ti mismo.
2. Establece expectativas realistas.
Es importante establecer objetivos pequeños que estén a tu alcance. Establecer una expectativa extremadamente alta o esperar que los demás cambien su comportamiento nos puede llevar fácilmente a la frustración e incluso a sentirnos culpables por no lograr el objetivo esperado.
3. Deja atrás el perfeccionismo.
Reconoce tus logros y errores. Nadie es perfecto, y tratar de serlo solo te conducirá a la decepción. Reconocer los logros y los errores propios es la manera de mantener una actitud positiva e intentar aprender y crecer día a día.
4. No luches por ser feliz y buscarle el lado positivo a todo
Aunque pueda parecer paradójico, si le das una importancia muy elevada a la felicidad, podrás sentir frustración al ver que no te sientes tan feliz como crees que deberías.
5. Explórate a ti mismo y ajusta tu autoimagen.
Es importante conocerte a ti mismo y estar en paz con quien eres. Esto puede no ser fácil al principio y llevarte tiempo, pero el ensayo-error es la mejor forma de aprender cosas nuevas sobre ti mismo. Del mismo modo es importante ajustar nuestra imagen a medida que envejecemos y crecemos para poder alcanzar objetivos significativos y acordes a cada etapa de la vida.
6. Intenta no compararte con los demás.
Compararnos con los demás es una trampa en la que es extremadamente fácil caer, especialmente hoy en día con las redes sociales y la capacidad de proyectar una apariencia perfecta.
7. Acude a un profesional.
Por último y ya que conoces algunas prácticas que te pueden ayudar a mejorar tu autoestima, solo puedo hacer hincapié en que si crees que no puedes mejorar, valores la posibilidad de acudir a un profesional.
